Partes del jamón ibérico
El jamón ibérico tiene varias partes diferenciadas que se numeran a continuación:
- La punta o caña: es la parte más cercana a la pezuña y suele tener un sabor más salado.
- El codillo o maza: es la parte superior del jamón, donde se sitúa la articulación del hueso. Suele ser la zona más jugosa y con mayor infiltración de grasa.
- La contramaza: es la zona situada en la parte opuesta a la maza y suele ser más seca.
- La babilla: es la zona situada en la parte posterior del jamón, cerca de la cadera. Es una zona magra y menos jugosa que la maza.
- La cadera: es la parte más cercana al hueso de la cadera y suele tener un sabor más intenso.
- El jarrete: es la parte más cercana a la pezuña opuesta y suele ser la zona más seca del jamón.
- La maza: es la zona más grande y jugosa del jamón, situada en la parte opuesta a la caña. Es una de las partes más valoradas del jamón ibérico debido a su sabor y textura.
Cada parte del jamón ibérico tiene su propia textura, sabor y cantidad de grasa infiltrada, lo que lo convierte en una delicia gastronómica única y muy valorada en España y en todo el mundo.